Selina Hostels, de propiedad israelí, llega a Perú
La cadena de hostales Selina, de propiedad israelí, ha anunciado la apertura de una sucursal en Lima, así como planes de apertura en Cuzco e Ica. En los últimos años, Selina ha sorprendido por su asombroso crecimiento, pasando de un único establecimiento en Panamá a 23 en 7 países en tan solo 4 años. A principios de este año, Selina Hostels recaudó la friolera de 95 millones de dólares en capital de inversión del Abraaj Group y del fundador de WeWork, el israelí Adam Neumann. Desde entonces, Selina Hostels no ha perdido tiempo en acelerar su expansión por América Latina e incluso por Estados Unidos y Europa.
El concepto principal de Selina Hostels es crear un "ecosistema" donde los millenials que utilizan la tecnología para vivir un estilo de vida "nómada digital" puedan compartir espacio de trabajo con otros viajeros afines. Se ofrecen muchas actividades en grupo, como clases de yoga o surf, además de fiestas frecuentes. Los albergues también hacen hincapié en el estilo, con piezas únicas de artistas locales que cubren las paredes de cada lugar. El resultado es un nicho intermedio entre un hotel de lujo y un albergue juvenil tradicional.
Aunque el concepto de un albergue específico para nómadas digitales es una idea novedosa, las críticas de Selina Hostels han sido dispares hasta ahora. Parece que su filosofía de rápida expansión ha llevado a unos estándares de calidad inferiores en toda la cadena, con quejas de personal poco formado o indiferente en la mayoría de los establecimientos. Dado que el precio es bastante elevado en comparación con otros albergues, muchas personas han salido de su estancia en Selina Hostels con la sensación de haber pagado un precio muy elevado por lo que básicamente equivalía a una experiencia típica de albergue en términos de servicios. El carácter corporativo de la cadena también es un punto de discordia, ya que muchos clientes se sienten desairados por el impersonal estilo McHostel del servicio de atención al cliente.
Los clientes de algunos locales de Selina se quejan de un nivel de ruido excesivo que hace imposible dormir, mientras que los visitantes de otros locales se han quejado de una falta total de ambiente. Parece que, dado que el único concepto unificador es el de los espacios de trabajo compartidos, los albergues individuales tienden a luchar con su identidad y no consiguen encontrar un buen equilibrio entre ser un albergue de fiesta y un espacio de trabajo. El consenso general parece ser que, si bien merece la pena explorar su concepto, la experiencia en sí ha sido muy decepcionante y no está a la altura de las expectativas.
A medida que esta megacadena se adentra en Lima y otras ciudades de Perú, estamos ansiosos por ver cómo resulta esta última expansión. Tenemos grandes esperanzas de que sean capaces de controlar algunos de los problemas antes mencionados y llenar un nicho único. Lugares como Lima y Cusco, mercados ya muy competitivos con sus propios albergues increíbles, también presentan desafíos especiales en comparación con las pequeñas ciudades de playa que han acogido la mayoría de las ubicaciones de Selina hasta este punto. Independientemente de la forma que adopten estos nuevos proyectos, Selina Hostels es sin duda un nombre que los viajeros oirán cada vez más en los próximos años.
