El Puente Inca en Machu Picchu
El Puente Inca en Machu Picchu (foto © Tony Dunnell, haga clic para ampliar)
Muchos turistas parecen ignorar el Puente Inca de Machu Picchu. Tal vez porque no quieren hacer la corta caminata de 30 minutos para ir a verlo. O tal vez están demasiado ocupados tomando fotos del sitio principal. Algunos, por supuesto, simplemente no saben que el Puente Inca existe.
En realidad, es una pena, ya que merece la pena visitar el Puente Inca (Puente Inka), y la ausencia de turistas a lo largo del estrecho y vertiginoso, pero fácil sendero, lo convierte en una agradable escapada de las hordas obsesionadas con los selfies.
¿Qué es el Puente Inca?
A menudo se hace referencia al Puente Inca como una "entrada secreta" a Machu Picchu. No está claro hasta qué punto era secreta, pero no cabe duda de que era una entrada alternativa y fácil de defender de visitantes indeseados.
Todo el sendero está construido en los acantilados del acceso occidental a Machu Picchu, serpenteando impresionantemente por la ladera de una montaña escarpada. La mayor parte del estrecho sendero está en mal estado y no es accesible. Pero la última parte, la que conduce a Machu Picchu, ha sido restaurada, junto con el llamado Puente Inca, una brecha de seis metros en el sendero salvada por cuatro o cinco tablones de madera.
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Si los incas de Machu Picchu quisieran impedir el acceso a cualquiera que se acercara por esta ruta, podrían simplemente levantar el puente de madera, lo que supondría una aproximación mucho más traicionera. Con el puente retirado, cualquier atacante tendría que trepar por la brecha - una tarea no imposible, pero una maniobra muy arriesgada teniendo en cuenta la caída escarpada en el cañón casi 2.000 pies más abajo. Si a eso le añadimos unas cuantas lanzas punzantes y una lluvia de piedras lanzadas por los defensores, la escalada resulta de lo más desagradable.
Tablones de madera salvan el desnivel a lo largo de la entrada alternativa a Machu Picchu (foto © Tony Dunnell)
Ver el Puente Inca
Para llegar al Puente Inca, diríjase hacia arriba desde la entrada principal de Machu Picchu, pasando por la cabaña del cuidador. Cerca de aquí, debería ver una señal de madera que indica el camino hacia el Puente Inca. Si no es así, pregunte a uno de los numerosos guardas del sitio que le indiquen el camino.
La entrada al camino del Puente Inca comienza en una pequeña caseta de madera del guarda, situada frente a la estación meteorológica de Machu Picchu. El acceso es gratuito, pero hay que registrarse, indicando el nombre y la hora de salida.
Desde aquí, se tarda entre 20 y 30 minutos en llegar al puente. Las vistas desde el sendero son impresionantes, con bosque nuboso, cañones fluviales y montañas que se extienden por debajo y más allá del camino. En algunos tramos, el sendero se estrecha hasta la anchura de una persona, con abruptas caídas por debajo. Si padece vértigo intenso, puede tener problemas. Si no, debería poder hacerlo, aunque tenga que tomarse las cosas con calma.
Verás el puente primero desde arriba. Al acercarse, encontrará una puerta de madera que bloquea completamente el acceso al puente y al resto del sendero. Es demasiado peligroso para que los visitantes sigan caminando por la ruta (al parecer, un turista se cayó y murió hace unos años, antes de que se erigiera la barrera), pero no deja de ser una vista impresionante.
Una vez que hayas admirado la vista durante el tiempo suficiente, imaginando a los porteadores incas y a los infiltrados enemigos abriéndose paso por el sendero, regresa por donde has venido. Tendrás que firmar la salida con el guarda.
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La línea de vegetación que recorre la pared del acantilado muestra el camino del antiguo sendero inca hacia el Puente Inca (foto © Tony Dunnell)
