Cenando solo en Zorritos (Un poema)
Este post incluye un poema invitado de Adam Stengel, escritor y viajero estadounidense.
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Cenar solo en Zorritos
Incluso mi agua suena demasiado anglo,
así que hace falta un tercero para mojarme la lengua.
Como todas las noches, ceno solo por la noche.
Este lugar es una costa desierta donde cada día
es el Día de Acción de Gracias del Burro, donde las cabras
mastican desde el césped del Banco Nacional.
Los toros, allí, en la Panamericana,
me aterrorizan con sus cabezas, bajas y listas.
Al comer, esperaba, para los de casa,
pintar el gringo pintoresco, pero
eso es para las guías. En lugar de eso, pasó lo que pasó:
Desde la cubierta delantera de la polleria,
fui testigo de cómo una camioneta llegaba a la clínica.
Yacía en su cama un hombre corpulento, muerto.
La gente que había estado en la plaza se reunió
y levantó su cuerpo polvoriento del camión.
Me quedé allí sentado, inquieto, mordisqueando pollo.
Claro, yo quería ayudar a llevar el cadáver,
pero me di la vuelta. Hasta las cabras miraban.
Supongo que eso significa que sigo siendo estadounidense.
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